jueves, 25 de mayo de 2023

CORISIS, de Julián Fraile

Corisis, de Julián Fraile.
15x11 cms, 112 páginas, 5 € (envío península incluido).
Colección "Al Margen".
Edición limitada de 150 ejemplares.
Pedidos para la versión en papel:
reflectorlibros ( en ) gmail -punto- com
o al propio autor: jufrava arroba gmail com.


"A mitad de la ruta entre el deseo y lo posible, sigue siendo un soñador de lo infinito.
Consciente de su carácter, surge el experimento de la energía y el compás de la vida. Ese misterio a veces distorsionado por creencias y prejuicios, que se alejan de lo auténtico.
La luz ilumina las ilusiones y la voluntad para conocer su propia naturaleza; para fluir con su propio instinto.
Pero había que partir del caos. Buscar el equilibrio, la armonía, para alejarse de la ignorancia.
Con una quimera propia, la vitalidad busca un impulso y un progreso, una metamorfosis. Pese al lento avance, tarde o temprano, el tiempo pone cada cosa en su sitio.
Ante él, las primeras dificultades. Al principio, la timidez y la duda. Aunque pudieron más las convicciones. Pero en vez de asustarse, buscó con el entusiasmo de un ideal.
Alejado de lo fácil, los artificios se quedaron a un lado y pronto surgió el perseguidor de lo imposible.
Ahora interroga a la memoria, y ella habla, desea ser escuchada. Absorbido, queda cautivado por sus palabras y el pensamiento que expresa. Se hace entender con el lenguaje de la naturaleza y la verdad de la experiencia. Describe una práctica extensa, sobre las costumbres y opiniones, remontándose a los orígenes, de lo verdadero o erróneo de la expresión, de lo aprendido y que tantos años ha costado.
Es de imaginar que alguna gente no estará de acuerdo con su punto de vista. Pero eso no detendrá la conclusión de un aprendizaje. Ni la búsqueda de lo positivo, con paciente tarea, frente a las hipótesis regresivas, llenas de brumas, que venden miedos al por mayor.
Más de una vez incomprendido, y sabiendo que se podía equivocar, aumentó su deseo persistente de investigarlo todo, de aprenderlo todo. Los libros siguen siendo la causa eficiente y genuina, con la ayuda de admirados maestros. El trabajo y la atención, asistidos por un fuerte ahínco, lo llevan a asimilar de manera intuitiva, a vivir experiencias fecundas, a conseguir sus objetivos, su propósito. A continuar su camino con sencillez".




La huida

Verano.
Busca las sendas ocultas, aquellas que pocos conocen, donde la luz es más pura junto al refugio del río. El tiempo se duerme y los árboles parece que fabricasen la brisa. La visión y el oído se agudizan cuando el viento suspira. Sólo se oye el silencio. En brazos de la quietud, vive en mundos lejanos, el agua que viene de la montaña, regala una canción de calma, la mente por fin descansa.
Habla con el eco. Goza con la luna y el sol, con el loco y el sabio, con el río y la montaña. Viaja a la tierra de nadie. Para el hombre sencillo, no todo está en la respuesta. Habrá que agarrarse ante el vértigo que produce si le hablas al viento.

Otoño.
El otoño se acerca, lo dicen los castaños y el crisol de colores que adorna los árboles. Las hojas
empiezan a viajar por el aire. Como ellas, los pesares que mortifican. Dejan de ser una pesada carga y viajan al infinito, se alejan las cavilaciones y ofrecen un espacio de paz, sin sobresaltos en la noche. Poniente se tumba en el suelo para contemplar el universo.
El sosiego lo encuentra alejado de las multitudes, lejos de la confusión del mundo, con sus egoísmos, vanidades y envidias.

Invierno.
La montaña agita el viento del norte. La noche invita al cálido reposo cuando el día se va a dormir. Todo tiene su significado, pero a veces se pierden las palabras, para expresar la simplicidad del momento. Muchas interpretaciones tienen cabida, los deseos enredan, se buscan pensamientos elevados, expresados con habilidad y talento. Pero aún hay
mucho que aprender, la primavera está escondida, duerme lejana. Hay sonidos de viento y lluvia que tapan la aurora. Las nubes no permiten ver su sombra.
El rojo agita la leña en la lumbre. Los sentimientos se enfrían en la nieve. Pero el espíritu vuela
libre dondequiera que le lleve un poema. Habla con el viento para que todos recuerden su nombre.

Primavera.
La lluvia retrasa el despertar del letargo invernal; huyendo del invierno se escribe un nuevo paisaje, que cubierto de palabras camina hacia el estío. Un viento humedecido pinta las piedras de verde.
El sol parece indeciso, la madrugada despierta del reposo al paisaje.
Se abre paso a través de arbustos y brotes, avisa de su llegada un susurro de belleza. Privilegio del equinoccio al ver los almendros en flor. Verdes horizontes, nubes sobre las cumbres, muestran señales de calma y quietud en el aire, la hierba no hace ruido cuando crece en primavera.


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Julián Fraile se presenta:

Nací un 12 de mayo de 1955. Desde entonces no oculto mi edad, todos la saben. Hice la comunión el mismo día de mi cumpleaños, no sé si esto influyó, pero con el tiempo me hice apóstata. La primera vez que boté (con b), fue un balón. Fui jugador de balonmano. Las urnas, en este país, aún eran animales mitológicos. Mi primer amor sabía de sexo mucho más que yo. Con mi primer sueldo me tomé una cerveza. Con el segundo me tomé unas cuantas. Mi primer viaje fue a 5.000 kms. El de ayer al bar de la esquina, con un libro de Bukowski en la mano. Mitad jubilado, mitad trabajando. Disfrutando entre lo bueno y lo malo, y siempre viviendo.

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