domingo, 31 de diciembre de 2023

CUARTO CRECIENTE, de Julián Fraile.




 Cuarto creciente, de Julián Fraile.
15x11 cms, 78 páginas, 5 € (envío península incluido).
Colección "Al Margen".
Edición limitada de 100 ejemplares.
Pedidos para la versión en papel:
reflectorlibros ( en ) gmail -punto- com
o al propio autor: jufrava arroba gmail com.



Este libro está dedicado a Abu Muḥammad ʿAli ibn Aḥmad ibn Saʿīd ibn Ḥazm, conocido entre los cristianos como Aben Hazan (Córdoba, 7 de noviembre de 994. Montíjar, Huelva, 15 de agosto de 1064), fue un filósofo, teólogo, historiador, narrador y poeta andalusí. 

Probablemente de familia de origen hispano convertida al islam. Su infancia la pasó en Medina-Azahara entre las mujeres del harén. Realizó una intensa actividad política. A consecuencia de intrigas palaciegas, estuvo en prisión en varias ocasiones y sufrió un breve destierro. Abandonó la actividad política para dedicarse a sus estudios de teología y derecho. Debió exiliarse en diferentes taifas de al-Ándalus tras la crisis del Califato. La célebre quema pública de sus libros en Sevilla le inspiró un conocido poema que dice:



Dejad de prender fuego a pergaminos y papeles,
y mostrad vuestra ciencia para que se vea quién es el que sabe.
Y es que, aunque queméis el papel
nunca quemaréis lo que contiene,
puesto que en mi interior lo llevo,
viaja siempre conmigo cuando cabalgo,
conmigo duerme cuando descanso,
y en mi tumba será enterrado luego.
(Traducción de José Miguel Puerta Vílchez).



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Cuarto creciente


En cuarto creciente de ilusiones, los amantes se aceptan para la unión. Otros, sin embargo, sonríen sin fuego en las venas, imponen la rutina sin calidez, con frialdad, y languidecen viendo alargarse el tiempo de sombras. ¿Para qué sirve un manantial sin agua?
Igual de torpe es lo contrario. De los grandes atracones surge la indigestión.
Los que no consiguen el amor, a veces se conforman con una simple mirada. En tiempos de sequía una sencilla gota calma la sed. 
Con perseverancia se pretende, pero es difícil y en ocasiones tan lejano que tarda en encontrarse. El buen mosto necesita de ciencia y tiempo. Los caminos transitados con premura hacen que no se disfrute la campiña y llegue rápidamente el final del viaje.
Muchos buscan el amor idóneo, aunque no se ocupan de ser la persona apropiada.
Nada se puede exigir, ni ejercer el dominio, el amor es libre y libremente se ha de dar.

También hay etapas de enojos, con remiendos para toda rotura, pero el tejido largamente remendado termina siendo inútil e inservible.
Hay quien gusta de jugar a las mareas, vienen y van hasta que se acaba la paciencia y la pasión huye hacia ríos caudalosos.
Sin embargo, los sentimientos dominan. Una atracción obliga a acercarse como si fuera imposible el rechazo. Sin palabras se atraen, se prometen, se dan aliento, se preguntan y se responden. 
Se conceden, se aceptan.




Hay un poema

Hay un poema para cada momento. En el ánimo, una señal de símbolos y perfiles cuando camina una mirada por la memoria.
Es un paisaje con reformas continuas al ojear la colección de instantes o descubrir el inventario de sueños.
La piel es a veces un libro que nos cuenta sus cicatrices, extraño paisaje que se muestra bajo las sábanas.
El miedo toma forma de silencio, pero si reposas a mi lado huye el frio y la lengua no tirita con palabras. Es el fluir de la lluvia que explica la paz.
Existe una incógnita sin resolver: ¿Cómo subimos a los trenes de la vida, haciéndonos los intrépidos en cada trance?
Era buscar una dirección sin señas ni plano, con impaciencia. Una isla en busca de un istmo para habitarlo de forma casi invisible. Concebir los secretos de una sonrisa, de la mañana, de la tarde y de la noche, que se nutren de unas manos.
Manantial de una fusión donde se cumplen todos los deseos.




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Julián Fraile se presenta:

Nací un 12 de mayo de 1955. Desde entonces no oculto mi edad, todos la saben. Hice la comunión el mismo día de mi cumpleaños, no sé si esto influyó, pero con el tiempo me hice apóstata. La primera vez que boté (con b), fue un balón. Fui jugador de balonmano. Las urnas, en este país, aún eran animales mitológicos. Mi primer amor sabía de sexo mucho más que yo. Con mi primer sueldo me tomé una cerveza. Con el segundo me tomé unas cuantas. Mi primer viaje fue a 5.000 kms. El de ayer al bar de la esquina, con un libro de Bukowski en la mano. Mitad jubilado, mitad trabajando. Disfrutando entre lo bueno y lo malo, y siempre viviendo.


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