martes, 26 de julio de 2016

Hacer que el ruido sea maravilloso de nuevo


Hacer que el ruido sea maravilloso de nuevo,
de Pablo Fernández.


15x11 cms
114 pags, 6,5 € (envío incluido)  



Punk, desgarros emocionales,escenas subterráneas, edición independiente, el cuerpo como problema,  el odio a la oligarquía, aventuras nocturnas, giras por Europa, lo libertario, el ayer que nos formó y el lugar donde morir... son solo algunos temas por los que pasean estos poemas.

Más conservador en la forma de lo que se pudiera esperar (Fernández ama la rima), unas veces extenso y algo barroco (como sus riffs de guitarra en Enoch Ardon
), otras crudo y directo (como su trabajo vocal en Ciudad del Cabo), y en ocasiones sobrio pero apasionado (como como su labor al frente de Existencia Rcs). Este librito cuadra un aspecto más de la actividad poliédrica de su autor y se suma a la lista de expresiones artísticas de su personalidad, nacida, crecida y formada en la costa atlántica.

Pedidos: reflectorlibros ( en ) gmail -punto- com
Compra digital y descarga(pdf, epub, rtf):  https://librosreflector.bandcamp.com/album/hacer-que-el-ruido-sea-maravilloso-de-nuevo

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Tour de Europe




Seiscientos kilómetros de trayecto
para jornadas intensivas de diez horas
u otros de más de mil doscientos,
como un trayecto París-Barcelona,
esas solían ser las distancias por norma
y cero euros nuestros emolumentos.

La familia desestructurada,
hijas e hijos de otras madres,
hijos e hijas de otros padres,
inicia el viaje emocionada.

A la hora de emprender el viaje
con sacos de dormir pertrechada,
y con crema de cacahuete, con pasta
y bocadillos de rúcula y aguacate,
pobremente aprovisionada
para sofocar el futuro hambre.

La familia desestructurada,
hijas e hijos de otras madres,
hijos e hijas de otros padres,
continúa el viaje emocionada.

Siempre agotados, echando el resto,
tocando en okupas o centros sociales,
tocando para amigos o forasteros,
rompiendo sin querer los instrumentos,
discutiendo y riendo a raudales
por la pasión inherente a hacer esto.

La familia desestructurada,
hijas e hijos de otras madres,
hijos e hijas de otros padres,
llegan tarde como es usanza.

Sucia dejábamos la furgoneta nacarada,
a veces algo más por extraños accidentes,
cemento, agujeros, otros coches, salientes,
enfados puntuales que pronto pasaban,
porque al final sentíamos realmente
que eran unas vacaciones disfrutadas.

La familia desestructurada,
hijas e hijos de otras madres,
hijos e hijas de otros padres,
siempre viajando con la calma.

Desgastando viejas casetes nuestras,
viajando sin mapas ni GPS, a ciegas,
leyendo libros, pensamientos laterales,
discutiendo por absolutas imbecilidades.
Siempre a tope vaqueros de la carretera,
para un caos de quince minutos bestiales.

La familia desestructurada,
hijas e hijos de otras madres,
hijos e hijas de otros padres,
regresan a casa de madrugada.


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