Al Margen es la colección "autoeditada" de Reflector. Libros que no distribuimos ni movemos, pero que editamos sin coste (salvo la imprenta) a autor@s que nos gustan, nos interesan, tienen relación con nosotr@s. La lanzamos oficialmente en marzo de 2021, aunque algunos de sus títulos llevan editados (sin el sello de Reflector) un par de años. Su distribución y PVP depende de l@s autor@s, y recomendamos ponerse en contacto con ell@s para conseguirlos, aunque en Reflector tengamos a la venta 4 copias de cada título.
El primer libro "oficial" de la colección Al Margen es:
TORMENTAS Y ESTUARIOS, de Alberto Camacho Porras.
Pedidos al autor: tormentasyestuarios (arroba) gmail (punto) com
Pedidos a Reflector: reflectorlibros ( arroba) gmail (punto) com.
El título del poemario se lo debo a la canción "Encuentro mi descanso aquí" (incluida en "Las palabras y los ríos", discos El Sembrador, 2004), de la banda de hardcore melódico de Quilmes (Argentina), Eterna Inocencia, a la que llevo escuchando desde hace años".
Alberto Camacho Porras (Pinto, 1984) forma parte de los movimientos sociales ligados al anarquismo desde su adolescencia. Dentro de este mundillo participa en la redacción del fanzine local Jartos de Aguantar, siendo esta la primera de sus variadas colaboraciones dentro del ámbito libertario y anticapitalista, al principio con pseudónimo y en los últimos años ya de forma pública.
Estas colaboraciones abarcan desde distintas formas de experimentar con la literatura al ensayo político, así como la crítica al deporte de competición y la reseña de rutas de montaña, estas últimas publicadas en el extinto blog Baja Montaña.
Vinculado también con diversas radios libres y comunitarias, desarrolla programas con diferentes temáticas, que van desde el hardcore punk al análisis político, pasando por el deporte o la historia, todo ello en emisoras y programas en formato podcast como Pasión por el Ruido, RadioQk, Radio ELA o Radio Xata.
Este es su segundo libro tras Me gustaría volver, el problema es que no sé adónde (Doble Vínculo, Santander, 2018).
En la clara oscuridad
En este, los árboles son como las personas:
desgarbadas o tristes,
quizá temblorosas.
Desnudas en su intimidad.
Solitarias en una engañosa cercanía.
Sin embargo, cada vez hay menos otoño,
como cada vez hay menos personas.
De entre ellas,
las que se alejan son un profundo agujero,
una mina vaciada de su valor
y de sus riquezas tan solo atisbadas.
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